Capítulo Cinco: Desarrollo Prenatal y Nacimiento

Preocupaciones por el Embarazo

¿Cuánto dura un embarazo típico? La gente suele responder nueve meses, pero eso no es exactamente cierto. La vida fetal comienza con la fertilización del óvulo. El embarazo se calcula a partir del primer día del último período menstrual de la mujer y generalmente dura unas 40 semanas, ¡lo que se acerca más a los diez meses!

Algunos signos y síntomas tempranos del embarazo son periodo menstrual omitido, cambios en los senos, dolor en la parte inferior del abdomen, fatiga, náuseas y micción frecuente.

Durante el primer trimestre las mujeres sienten fatiga extrema, náuseas y cambios emocionales. Durante el segundo trimestre comienzan a sentir menos náuseas, y el útero se expande hacia la cavidad abdominal. Durante el tercer trimestre, las mujeres anticipan el final del embarazo y el útero se expande hasta el punto por debajo del esternón.

Desde el primer signo de embarazo una mujer necesita tener cuidado con lo que come, bebe y cómo cuida su cuerpo. Muchos factores pueden tener un impacto en la salud y el bienestar del embrión/feto.

Factores de riesgo

Teratógeno

Un teratógeno es cualquier cosa que cause un defecto congénito. La gravedad del defecto viene determinada por la dosis, si un niño es genéticamente susceptible, y cuándo fueron expuestos al teratógeno.

Los antibióticos, algunos antidepresivos, ciertas hormonas, pastillas para dieta, aspirina y demasiada cafeína pueden afectar al feto.

Cuadro de teratógenos y cronología de sus efectos sobre el desarrollo prenatal.
Translation: A continuación se muestra un cuadro de teratógenos y el tiempo de sus efectos sobre el desarrollo prenatal.

Las drogas psicoactivas actúan sobre el sistema nervioso. Cambian los estados de ánimo y modifican las percepciones.

El alcohol puede ser extremadamente peligroso si se abusa de él cuando una mujer está embarazada. El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) causa retrasos cognitivos y físicos que pueden ser extremadamente graves. FAS se refiere a una serie de trastornos causados por el consumo de alcohol durante el embarazo. El síndrome alcohólico fetal puede causar rasgos faciales anormales, deficiencia de crecimiento y problemas con el sistema nervioso central. Los niños con síndrome alcohólico fetal también pueden tener discapacidades de aprendizaje, trastornos de la capacidad de atención y otras discapacidades físicas, incluidos problemas de visión y audición. La única forma de prevenir el Síndrome Alcohólico Fetal es abstenerse de beber durante el embarazo.

Fumar durante el embarazo puede llevar a bebés de bajo peso al nacer que a menudo luchan con el desarrollo pulmonar. La cocaína, la mariguana, la metanfetamina y la heroína son todos teratógenos que representan un gran riesgo para el feto.

Cocaína: Los bebés nacidos de mujeres que consumían cocaína suelen tener cabezas más pequeñas y un coeficiente intelectual más bajo. Luchan con el rendimiento cognitivo, el procesamiento de la información y la atención a las tareas.

Marihuana: Los bebés nacidos de madres que fuman marihuana tienen un menor peso al nacer y pulmones subdesarrollados.

Metanfetamina: Las mujeres que consumen metanfetaminas tienen más probabilidades de abortar espontáneamente o dar a luz a bebés de bajo peso al nacer.  Los bebés experimentan irritabilidad, problemas de alimentación y fracaso para prosperar.

Heroína: Los bebés nacidos de mujeres que consumían heroína suelen experimentar síntomas graves de abstinencia y son extremadamente irritables. A largo plazo pueden experimentar retrasos cognitivos y problemas de atención.

Peligros Ambientales

Los peligros ambientales también representan un gran riesgo para el feto. La exposición de los padres al plomo y la radiación, ciertos pesticidas, petroquímicos, desechos tóxicos y productos químicos manufacturados son motivo de preocupación.

Condiciones Médicas

También hay muchas afecciones médicas que pueden representar un riesgo para el feto. (CDC)

La rubéola es muy peligrosa para una mujer y su bebé en desarrollo. La mayoría de los estadounidenses ahora están vacunados contra la rubéola (vacuna MMR) pero si una mujer contrae rubéola durante el embarazo, puede tener un impacto extremadamente negativo en su bebé, incluyendo:

•   Sordera

•   Defecto Cardíaco

•   Cataratas

•   Discapacidades Intelectuales

•   Daño hepático y bazo

•   Bajo peso al nacer

•   Erupción cutánea

 La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual. Es especialmente importante que las mujeres compartan su historia sexual con su obstetra/ginecólogo para ayudar a proteger a su bebé por nacer. Si una mujer tiene sífilis, puede dar a luz a un bebé que tiene retrasos cognitivos.

El herpes genital también es una enfermedad de transmisión sexual. Si un bebé nace vaginalmente, el bebé puede nacer ciego o puede morir trágicamente durante el proceso de nacimiento. Si un bebé nace por cesárea, estarán absolutamente bien.

El SIDA es una enfermedad de transmisión sexual que puede transmitirse de madre a hijo a través de la sangre, la leche materna y el canal de parto. Si una madre está siendo tratada por SIDA, opta por dar a luz por sección y se alimenta con biberón, la probabilidad de que el niño contraiga el SIDA disminuye drásticamente (Santrock, 2013).

Otras Preocupaciones

Otros factores parentales que pueden afectar a un feto son la obesidad, la nutrición materna, la edad materna, la edad paterna, los estados emocionales y el estrés y los tratamientos hormonales maternos.

En promedio, una mujer gana 25 a 35 libras durante el embarazo. Las mujeres embarazadas necesitan beber mucha agua y aumentar las proteínas, el hierro, la vitamina D, el calcio, el fósforo y el magnesio.

Las mujeres deben tener cuidado con cuanto peso ganan. La obesidad materna puede aumentar la hipertensión, la diabetes, las complicaciones respiratorias y las infecciones.

Está bien hacer ejercicio durante el embarazo. Las mujeres deben hacer ejercicio por intervalos más cortos y disminuir la intensidad a medida que avanza el embarazo.

Evitar los teratógenos, comer alimentos saludables, disminuir el estrés y participar en una rutina de ejercicios frecuentes y de bajo impacto puede ayudar a garantizar un bebé saludable y un parto más fácil proceso.

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